Noticias del Proyecto Pintia

Felices fiestas y próspero año nuevo

S 15/12/2012

Felicidades pintianas para toda la gente buena y en especial para aquellos que sienten Pintia como su "patria chica"...

Patria es ubicumque est bene.
La patria está allí donde se está bien (Cicerón, Tusculanas, 5, 37, 108).

para ellos, fuerza y resistencia...

Quo fata trahunt retrahuntque, sequamur; quidquid erit, superanda omnis fortuna ferendo est.
Sigamos los vaivenes de la fortuna; sea cual sea, a la fortuna hay que vencerla a fuerza de constancia. (Virgilio, Eneida, 5, 709).

y paciencia, mucha paciencia...

Patientes vincunt.
Los pacientes vencen (proverbio).

en cualquier caso...

Quod sors feret, feremus aequo animo.
Soportaremos con ánimo sereno lo que nos depare la suerte (Terencio, Phormio, 138).

pero también, de vez en cuando...

O fortes peioraque passi mecum saepe viri! Nunc vino pellite curas: cas ingens iterabimus aequor.
¡Oh, valientes guerreros, que a menudo habéis soportado conmigo peores pruebas! Abandonad vuestras cuitas al vino; mañana volveremos al mar inmenso (Horacio, Odas, 1, 7, 30).

sin olvidar que...

Nil sine magno vita labore dedit mortalibus.
La vida no ha dado nada a los mortales sin un gran esfuerzo (Horacio, Sátiras, 1, 9, 59).

o finalmente que...

Ubi amice, ibi opes.
Donde hay amigos, hay riquezas (Quintiliano, 5, 11, 41).

Esta breve selección de aurea dicta, pretende ser un pequeño homenaje a la herencia clásica recibida de nuestros antepasados griegos y romanos, así como a quienes profundizan en su estudio y comprensión, en un momento en el que algunos dirigentes políticos desprecian con hechos, negando el pan y la sal a este riquísimo patrimonio intelectual recibido, sin el que no cabe comprendernos como sociedad occidental).

Enrique Tierno Galván decía que «hacen falta sentencias que expresen, según los dictados de la razón, cómo somos, qué hacemos y qué deberíamos hacer, sin la coacción dogmática de quien no se cree con títulos para excluir, aunque sí con la fuerza que da el común derecho a educar de acuerdo con lo que creemos mejor. Algo tiene de común nuestra vida con la de quienes de ella gozaron en los tiempos clásicos; que creemos tan poco y en tantas cosas que necesitamos del consejo y la advertencia para no acabar creyendo en nuestros propios errores. Los dicta concluirán siendo pedantería pura, es decir, exhibición superflua, cuando el hombre crea de verdad en sí mismo y en los demás.»