Noticias del Proyecto Pintia

Recuperados siete cascos celtíberos

V 6/12/2019

Dos de los cascos celtíberos expoliados en los años ochenta

El pasado día 4 fueron restituidos a España siete cascos celtíberos expoliados del yacimiento de Aranda de Moncayo (Zaragoza), que permanecían expuestos en el Museo de Arte Clásico de Mougins (Francia). La entrega de los mismos tuvo lugar en la sede de la Unesco (París), en un acto al que asistieron el director general de Bellas Artes, Román Fernández-Baca; el coleccionista Christian Levett, fundador y propietario del museo; y el embajador español ante la Unesco, Juan Andrés Perelló. En septiembre de 2018 el Ministerio de Cultura tuvo conocimiento de que el coleccionista Christian Levett deseaba devolver los siete cascos que había adquirido en dos subastas celebradas en 2008 y 2009 y en el mercado de antigüedades en 2012, aunque sin conocer su origen ilícito.

Las piezas devueltas proceden de la ciudad celtíbera de Aratikos o Aratis, destruida por el ejército de Roma entre los años 74-72 a. C. durante las guerras sertorianas. Desde finales de los años ochenta del siglo XX, la necrópolis fue expoliada de manera sistemática por dos vecinos de la comarca, aunque, tras dos operaciones realizadas en 2012 y 2013 por el Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil en las que se intervinieron más de seis mil piezas de valor incalculable, fueron condenados a penas de seis y tres años de prisión. Entre los hallazgos se encontraban fragmentos de 18 cascos celtíberos, que fueron exportados ilegalmente al extranjero por los autores del expolio con la colaboración de un anticuario español residente en Zúrich (Suiza).

Dos de esos cascos se vendieron en Londres, otro en Hong Kong y los 15 restantes fueron adquiridos por el alemán Axel Guttmann, considerado el mayor coleccionista privado de armas antiguas del mundo, que incorporó las piezas a su colección hasta su muerte. Se da la circunstancia de que a este coleccionista también fueron a parar numerosas piezas del yacimiento de Pintia expoliadas en los años noventa.

Las operaciones policiales comenzaron cuando la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo tuvo conocimiento de que se iba a realizar una subasta en Alemania de unos cascos que podían haber salido de España de forma ilegal. En 2008, cuando se puso a la venta la enorme colección de Axel Guttmann, el museo Museo Central Romano-Germánico de Maguncia (Alemania) denunció que entre los objetos había piezas procedentes de España exportadas ilegalmente, entre ellas el conjunto de cascos, además de espadas, puñales y lanzas. La Fiscalía de Múnich retuvo las piezas y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses, aunque no hubo respuesta.

Después, en 2009 y 2010 se volvieron a subastar otros cascos, ventas que volvió a denunciar el RGZM, sin que de nuevo hubiera consecuencia alguna, por lo que pasaron a manos del museo francés y de varios coleccionistas españoles. En 2012 se subastó en Londres otro lote de tres cascos, que alcanzó un precio final de 90.000 €, nuevamente sin oposición de las autoridades españolas.

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