Cosechero
de Ángeles Morgade
46 x 35,5 cm; pastel negro sobre papel.
Toda obra plástica se define por si misma, y ante este cuadro, como que las palabras sobran aún más ante la evidencia de la imagen. Esta botella de vino no tiene historia como la tendría una vasija antigua; es meramente descriptiva de un objeto cotidiano que nos gusta, que forma parte de nuestras vidas y que expresa la emoción artística del instante vivido en la soledad y en la penumbra de una vieja taberna, rodeados de amigos o de recuerdos y en la que una humilde botella tiene para el artista un protagonismo especial.