En el altar de la patria
de Salvador Vico
30 x 30 cm; orfebrería en plata, cobre y aluminio.
Muchacho escanciador del añejo falerno, sírveme copas de vino más fuerte, como manda la ley de la reina Postumia, más cargada que los cargados hollejos. Y vosotras, marchad de aquí a donde os plazca, aguas claras, perdición del vino; emigrad junto a los serios: aquí hay tioniano puro. (Catulo, poema XXVII)