Niña vaccea
de Ángeles Morgade
50 x 70 cm; carbón comprimido sobre papel.
Este dibujo de una niña vaccea es una imagen irreal, porque desde tan lejanos tiempos las imágenes que surgen tienen inevitablemente la calidad de los sueños.
Esta muchacha en particular sostiene en sus manos un salero o quizá la sonaja de un niño que pudiera ser también la de su propio bebé.
De ahí su mirada atenta y quieta como la de un cervatillo al acecho del peligro.
Desde Altamira sabemos del talento de nuestros ancestros, de su instinto por dejar la huella y la emoción de su paso por la vida, que es quizá la raíz y el motivo último del arte.
Retrospectiva: VacceArte 2010.