El tesoro
de Manuel Sierra
49 x 50 x 14,5 cm; madera, cartulina, tinta, canica tornasolada.
Me lo contaron navegando Nilo arriba: aquel anciano que bebía Karcadé* a la orilla del río mientras amanecía inesperadamente, había pasado su vida buscando el Tesoro del Nilo contratando gentes y barcos para navegar ansioso y desesperado sin encontrarlo.
Aquella mañana vio a un hombre en medio del río, extasiado ante el aéreo resplandeciente que rodeaba su faluya* y ante el sol que se alzaba lento e hipnótico.
El anciano, desesperanzado, le preguntó al hombre dónde estaba el Tesoro del Nilo.
El barquero hizo un giro sobre sí mismo abriendo los brazos oferentes como si fuera un derviche bailando en pleno trance y tranquilo le dijo señalando el río: el tesoro esta aquí.
El Duero (el río de oro) quizás haya dado lugar a búsquedas erráticas como la del anciano... el oro del Duero es el Duero. Estas cosas las conocen mejor que nadie, los pájaros.
*Karcadé es una bebida en infusión de color carmesí.
*Faluya es una barca de pesca y transporte con una sola vela.