Recipiente para la sal
de Duque
16 x 25 x 18 cm; talla directa.
Joyero mágico donde se acumulaba y atesoraba el oro blanco capaz de conservar y curar las delicadas viandas. ¿Qué recordarías si tuvieras alma, como la de quien te manipulaba, para sacar de tu interior el preciado grano? Aquellas manos salaban con ternura y, a veces, también con lágrimas.