Los voluntarios pintianos nos reunimos el pasado sábado para una nueva jornada de trabajo, en la que continuamos instalando las estanterías en los almacenes del centro (aeternus opus), organizamos diversos materiales óseos y realizamos otras labores de mantenimiento.
Posteriormente, el director del centro, Carlos, ofreció a los presentes un fabuloso cocido pintiano, muy festejado por los desfallecidos voluntarios. Finalizamos la comida con las estupendas tartas de Eva.
Concluimos la jornada con un paseo hasta Las Ruedas y el río Duero.
Un día fantástico.
Amicitiae nostrae memoriam spero sempiternam fore (M. T. Cicerón).