Las excavaciones en ambiente doméstico en Pintia resultan limitadas y se han ceñido a una zanja de 56 x 8 m, en la que, gracias al vaciado de un gran hoyo que suponemos pozo artesiano fallido del siglo II d. C. y que rompe hasta la base geológica la estratigrafía del lugar, se ha podido comprobar la presencia de hasta siete niveles destruidos por incendios entre finales del siglo V y el cambio de la Era y que nos señalan cómo la ciudad resurgió una y otra vez de sus cenizas antes de que se instaurase la Pax Romana.
A través de la fotografía aérea se observa una traza urbana en forma de alargadas manzanas con casas unidas por sus testeros y abiertas a calles paralelas. En los casi quinientos metros cuadrados abiertos se han podido identificar un total de doce viviendas, aunque por desgracia ninguna de ellas completa. Obviamente ello impide hacernos una idea cabal acerca del módulo de las casas, si bien una primera aproximación lleva a sospechar en dimensiones variables y a calcular en torno a los cien metros cuadrados la superficie de las más grandes.